En los años 60, Los Supersónicos nos dieron un adelanto de un futuro tecnológico deslumbrante. Había autos voladores, robots ingeniosos, electrodomésticos que respondían a comandos de voz, e incluso relojes que podían hacer videollamadas y reproducir programas de televisión.
Muchos de estos inventos son comunes hoy en día y funcionan, en gran parte, gracias a la automatización y la IA (inteligencia artificial): dos tipos de tecnologías que reducen la necesidad de trabajo manual. Los líderes empresariales visionarios valoran ambas porque aumentan la eficiencia y reducen el error humano.
También existe la automatización con IA, una forma más adaptable de automatización tradicional impulsada por el aprendizaje automático. Aun así, ambos procesos suelen tener funciones, propósitos y beneficios distintos. Aprende más sobre la automatización y la IA, dos conceptos tan centrales en el mundo actual como lo fueron un día en la ciencia ficción.
Automatización vs. IA: qué son y para qué sirven
Antes de entrar a comparar la automatización y la IA, es esencial conocer en qué consiste cada tecnología y cuáles son sus usos principales.
¿Qué es la automatización?
La automatización es el uso de tecnología para ejecutar tareas sin intervención humana. Piensa en una cafetera que puedes programar para que prepare tu taza diaria de café a una hora específica cada mañana. Tu máquina se encenderá, hervirá agua, perforará la cápsula de café y preparará tu bebida, todo mientras aún estás durmiendo.
La automatización ha existido a lo largo de la historia humana, desde los molinos impulsados por ruedas hidráulicas de la antigua Mesopotamia hasta la maquinaria de líneas de montaje de la Revolución Industrial. Los procesos automatizados minimizan la necesidad de que los humanos realicen tareas físicas, permitiéndoles realizar trabajos más complejos y creativos.
La tecnología actual ha ampliado la gama de labores que puede abordar la automatización, utilizando hardware y software para realizar tareas rutinarias en el mundo digital. Un ejemplo común es la automatización robótica de procesos, o RPA.
La tecnología RPA permite que robots de software realicen tareas repetitivas que anteriormente requerían entrada manual. Por ejemplo, un bot podría usar RPA para extraer datos de una colección de correos electrónicos, y otro bot podría tomar esos datos y completar una serie de formularios, ahorrando así a los empleados humanos una tarea tediosa y que consume tiempo.
Si tienes una tienda online, es probable que uses automatización de ecommerce de forma extensiva, ya sea a través de herramientas de gestión de inventario, plataformas de publicación en redes sociales o herramientas de pronóstico de demanda que optimizan tu gestión de la cadena de suministro.
Al asegurar que tus procesos empresariales funcionen sin problemas, la automatización te permite enfocarte en actividades de mayor valor.
¿Qué es la IA?
La inteligencia artificial (IA) es una colección de tecnologías que simulan la inteligencia humana. Los sistemas de IA buscan patrones en grandes cantidades de datos, luego extrapolan conclusiones y producen análisis. A medida que los conjuntos de datos crecen, la IA aprende de los nuevos datos, adaptándose, resolviendo problemas y autocorrigiéndose sin entrada humana o programación explícita.
Las tecnologías de IA incluyen aprendizaje automático, el proceso explicado anteriormente, y aprendizaje profundo, en el cual la tecnología usa un sistema de nodos para procesar y transmitir información, imitando las redes neuronales del cerebro humano.
Un ejemplo popular de IA en acción son los chatbots impulsados por modelos de lenguaje grandes, o LLM. Los LLM son tecnologías de aprendizaje profundo entrenadas en conjuntos de datos masivos que tienen la capacidad de entender el lenguaje natural.
La IA también es hábil en reconocer imágenes y predecir tendencias futuras, dos capacidades que tradicionalmente han sido dominio de los seres humanos.
Estas funcionalidades tienen muchos beneficios para los propietarios de negocios, permitiéndote tomar decisiones más informadas, personalizar recomendaciones de productos, detectar fraudes y extraer conclusiones de análisis complejos, entre otras posibilidades.
Por increíble que sea la tecnología de IA que se usa hoy, aún se considera “IA estrecha” o “IA débil”. Realiza tareas específicas, como recomendar tu próxima serie de Netflix basándose en tu historial de búsqueda, generar una imagen, entender y responder tu pregunta o cualquier combinación de funciones para las que fue diseñada.
En el otro extremo del espectro está la “IA fuerte” o “inteligencia artificial general”. Este tipo de IA es puramente teórico y haría más que simplemente imitar las funciones cognitivas humanas: sería capaz de pensar abstractamente y adaptarse a situaciones completamente nuevas. Pero eso todavía está muy lejos.
¿Cuál es la diferencia entre IA y automatización?
Técnicamente, la automatización es un término general que abarca la IA: toda IA es automatización, pero no toda automatización es IA. Aunque la automatización y la IA pueden llevarte a una mayor eficiencia y a reducir costes operativos en el lugar de trabajo, tienen varias diferencias clave:
Propósito
Una de las principales diferencias entre automatización e IA está en su propósito esencial. La automatización está destinada a ejecutar tareas. Recibe órdenes, manejando el mismo proceso de la misma manera sin importar cuántas veces lo ejecutes. Es una herramienta perfecta para completar tareas que no varían mucho, como sumar totales en un libro contable.
Por otro lado, el propósito de la IA va más allá para lograr procesos más complejos que pueden requerir aprendizaje, predicción, resolución de problemas y toma de decisiones de una manera que imita la cognición humana. Mientras la automatización concilia las cuentas, una herramienta de IA puede analizar esos datos e identificar patrones que podrían indicar qué ingresos podrías esperar el próximo trimestre.
Adaptabilidad
La automatización es consistente y confiable, pero no puede adaptarse a circunstancias cambiantes. Es la cafetera que automáticamente pasa por los pasos de hacer café, hayas recordado o no agregar los granos de café. Tú estableces las reglas, y la automatización las ejecuta. No se desvía.
Al contrario que la automatización, la IA es una tecnología dinámica que realiza tareas de manera consciente del contexto. Puede cambiar su respuesta, o adaptarse, basándose en datos nuevos y diferentes.
Una cafetera impulsada por IA sería capaz de detectar el tamaño de molido o densidad de cualquier grano que agregues y controlar de forma precisa la temperatura del agua, la presión y el tiempo de extracción para asegurar una preparación perfecta cada vez.
Tecnología
Los procesos mecánicos y la maquinaria pueden ser (y han sido) automatizados sin la ayuda de programas de ordenador durante milenios. La imprenta de Gutenberg, por ejemplo, automatizó el proceso laborioso de copiar manuscritos a mano. Una vez que una página estaba compuesta en tipo, podía copiarse tantas veces como una persona quisiera.
La automatización actual no se limita de ninguna manera a la mecánica y existe en muchas formas en el mundo digital. Pero la principal diferencia tecnológica entre la automatización y la IA es que, mientras que la automatización puede existir tanto con ordenadores como sin ellos, la IA requiere potencia de cálculo y muchos datos para funcionar.
Aprendizaje
Una de las funciones centrales de la IA es aprender y automejorarse. Es una tecnología que genera y recopila datos, de los cuales luego aprende. Si quieres que los sistemas tradicionalmente automatizados mejoren, necesitarás actualizarlos manualmente.
Al comparar un corrector ortográfico automatizado y un autocorrector impulsado por IA, se aprecia muy bien la diferencia entre automatización e IA en la práctica. Si empiezas a usar una nueva palabra de jerga, un corrector ortográfico tradicional no la reconocerá y tendrás que añadirla manualmente a la base de datos del programa.
En cambio, con un autocorrector basado en IA, el sistema puede marcar esa palabra como incorrecta al principio, pero, cuanto más la uses, más aprenderá a reconocerla y a entender el contexto en el que la empleas.
Cómo funcionan juntas la automatización y la IA
La intersección entre automatización e IA se llama automatización inteligente. Es una combinación automejorable de diferentes tecnologías de IA y formas digitales de automatización (como RPA).
La automatización inteligente es un proceso de extremo a extremo que no solo realiza confiablemente tareas repetitivas, sino que también recopila datos de la operación y realiza análisis de datos para extraer insights que le permiten tomar decisiones independientes y adaptarse sin intervención humana si es necesario.
Imagina que implementas un programa que envía una encuesta por correo electrónico a cada persona que compra un producto de tu negocio. Eso es automatización.
Si el programa luego toma los resultados de esas encuestas e ingresa las cifras en una hoja de cálculo, eso también es automatización. Si el programa usa IA para analizar los resultados de la encuesta, encontrar patrones y predecir riesgos, tienes un ejemplo de automatización inteligente.
Los chatbots son otro ejemplo familiar de la combinación de automatización e IA. Podrías tener un chatbot que depende puramente de automatización. Esa herramienta sería capaz de enviar respuestas específicas y automatizadas a preguntas simples basándose en palabras clave.
Sin embargo, consultas más complejas pueden exceder las capacidades de la automatización. En ese caso, la automatización inteligente sería capaz de desplegar herramientas impulsadas por IA para adaptarse a nueva información y abordar esas preguntas con un mayor grado de satisfacción.
Preguntas frecuentes sobre automatización e IA
¿Cuál es la diferencia entre automatización e IA?
La diferencia principal entre automatización e IA es que la automatización realiza de forma confiable tareas rutinarias basándose en un conjunto de reglas definidas, mientras que la IA puede incorporar la toma de decisiones en el proceso. Ambas tecnologías mejoran la eficiencia y reducen el error humano en el lugar de trabajo, pero la IA lo hace de una manera más dinámica y adaptable.
¿Se puede hacer automatización sin IA?
Sí, puedes automatizar procesos sin usar la IA. La automatización sin IA completa su trabajo basándose en un conjunto de reglas estáticas, como extraer información de un conjunto de formularios. No se adapta ni emplea ninguna toma de decisiones si la situación o circunstancias cambian.
¿Cuáles son algunos ejemplos de automatización?
Hay varias formas de aplicar herramientas de automatización en ecommerce para optimizar las operaciones de tu negocio. Puedes emplear automatización de servicio al cliente enviando automáticamente una encuesta a cualquier cliente que haya completado una compra. Las campañas de email marketing o ventas adicionales en el checkout son excelentes ejemplos de automatización de marketing. Tal vez ya utilizas sistemas automáticos en tus procesos de incorporación o en el propio almacén, mediante soluciones de clasificación que reducen la intervención manual.





